Cómo contrarrestar las narrativas reaccionarias

general May 21, 2025

 Agustín Pérez, director en Ágora Social.

Desde los albores de la humanidad, las historias han sido nuestro principal vehículo para transmitir ideas, valores y visiones del mundo. Miles de años después, el storytelling sigue siendo una herramienta fundamental, especialmente para las ONG que buscan inspirar cambios positivos. Sin embargo, en la era de la información, esta poderosa herramienta también se ha convertido en un arma de doble filo.

Para las ONG, contar historias no es solo una forma de amenizar sus mensajes, sino una necesidad estratégica. En un mundo saturado de información donde la atención es un recurso escaso, las historias bien narradas son el puente que conecta los corazones con las causas, transformando la empatía en acción.

Las estadísticas y los datos, aunque importantes, raramente inspiran por sí solos. Cuando una organización comparte la historia de María, una niña que accedió a educación gracias a un programa específico, genera una conexión emocional mucho más poderosa que al informar que "500 niños recibieron educación el año pasado".

La batalla de las narrativas

Sin embargo, el mismo poder que hace del storytelling una herramienta transformadora lo convierte también en un instrumento peligroso cuando se utiliza para distorsionar la realidad. Organizaciones e influencers que buscan hacer retroceder derechos humanos han perfeccionado el uso de narrativas emocionales, a menudo manipulando hechos o directamente mintiendo para provocar reacciones viscerales.

Estas narrativas reaccionarias siguen patrones reconocibles:

  • Crean "enemigos" claramente identificables.
  • Simplifican situaciones complejas como batallas entre "buenos y malos".
  • Utilizan anécdotas impactantes, pero no representativas, como si fueran la norma.
  • Emplean lenguaje cargado emocionalmente que activa respuestas instintivas.
  • Aprovechan y amplifican ansiedades culturales preexistentes.

Más allá de los hechos: el poder de las contranarrativas

La respuesta instintiva ante estas narrativas distorsionadas suele ser la corrección factual. Sin embargo, como muchos comunicadores han descubierto dolorosamente, los hechos solos rara vez son suficientes para contrarrestar una historia emocionalmente poderosa, aunque sea falsa.

La neurociencia nos muestra que el cerebro humano procesa las historias de manera diferente a como procesa los datos. Las emociones, especialmente el miedo y la indignación, pueden anular nuestro pensamiento racional. Por eso, responder únicamente con datos y correcciones factuales resulta insuficiente.

Las ONG (que no sean reaccionarias, que también las hay) tienen una responsabilidad especial en este escenario. No basta con tener la razón; es necesario saber comunicarla de forma que resuene emocionalmente. Las contranarrativas efectivas no solo desmienten, sino que reemplazan la historia problemática con una nueva que:

  • Apela a valores compartidos y universales.
  • Humaniza a las personas afectadas por los retrocesos en derechos.
  • Ofrece esperanza y soluciones, no solo críticas.
  • Utiliza el mismo poder emocional, aunque desde la autenticidad.
  • Construye puentes en lugar de profundizar divisiones.

Estrategias para organizaciones comprometidas

Estas pueden ser algunas estrategias eficaces:

  1. Desarrollar un banco de historias personales auténticas que ilustren el impacto positivo de su trabajo.
  2. Capacitar a portavoces que puedan comunicar desde la experiencia personal.
  3. Crear contenido potencialmente viral y emocionalmente resonante que compita con la desinformación.
  4. Establecer alianzas con comunicadores éticos que amplíen el alcance.
  5. Invertir en narrativas preventivas que "vacunen" al público contra futuras desinformaciones.

Equilibrio entre emoción y verdad

Es fundamental señalar que las contranarrativas efectivas no abandonan la verdad. Al contrario, utilizan hechos reales, pero los presentan dentro de marcos narrativos que conectan emocionalmente. La diferencia fundamental entre las narrativas progresistas y las reaccionarias no debería ser la presencia o ausencia de emoción, sino la manipulación versus la autenticidad.

Por una narrativa tan eficaz como ética

En un mundo donde la desinformación emocional amenaza los avances en derechos humanos, el storytelling ético se convierte en una responsabilidad para las ONG. No es suficiente tener una buena causa; es necesario saber contarla de forma que inspire, movilice y contrarreste las narrativas que buscan dividir y retroceder. Es tentador utilizar las mismas artimañas que nuestros adversarios, pero hay que resistirse a ello.

Las historias siempre han tenido el poder de cambiar el mundo. La pregunta es: ¿en qué dirección? Las organizaciones comprometidas con el progreso social, la defensa del medio ambiente y la cultura tienen la responsabilidad de asegurarse de que las historias más poderosas, auténticas y resonantes sean también las más justas y verdaderas.

 

Suscríbete a nuestro blog

Recibe semanalmente contenido de nuestro blog con ideas, recursos y consejos sobre fundraising, gestión de organizaciones y comunicación para entidades del tercer sector.